Obtener un vehículo con un préstamo tradicional es sencillo: pide un préstamo a un banco, cooperativa de crédito u otra entidad crediticia y lo devuelve en cuotas periódicas. Cada pago consiste en una parte de capital y otra de intereses. A medida que devuelve el pago, se crea un patrimonio y, cuando el préstamo se liquida, el vehículo es totalmente suyo.
La renta de un coche ha ganado popularidad como alternativa a la compra a medida que suben los precios de los automóviles y los compradores empiezan a exigir las últimas prestaciones de seguridad, que sólo están disponibles en los coches más nuevos. Con un alquiler, los compradores pagan una cuota por utilizar un vehículo nuevo durante un periodo de tiempo determinado. Aunque la cuota suele ser inferior al costo de financiación de un automóvil nuevo, el cliente debe devolver el vehículo al final del periodo de renta.
El número de personas que trabajan desde casa ha aumentado más que nunca, por lo que para muchos clientes, los límites de kilometraje en un alquiler pueden no ser un problema.
Ventajas de alquilar un coche
- La principal ventaja de alquilar un coche es que puede utilizarlo durante los años en que el vehículo tiene menos problemas.
- Siempre conducirá un coche nuevo con garantía del fabricante, lo que puede incluir cambios de aceite gratuitos y otro tipo de mantenimiento periódico.
- Puede ser más sencillo ajustarse a un presupuesto familiar si la cuota mensual es regular y no hay gastos de mantenimiento imprevistos.
- Puede conducir un coche más caro de lo que puede permitirse pero mejor equipado. Esto puede darle la opción de elegir elementos de seguridad que salvan vidas y que no se ofrecen en las versiones más antiguas o de gama más baja de los automóviles.
- No tendrá que lidiar con el dolor de cabeza de vender el automóvil cuando llegue el momento de seguir adelante o preocuparse por los cambios en el valor de reventa del coche.
- Sólo tiene que devolver el vehículo al concesionario al finalizar el alquiler.
